Encuentro los aeropuertos especialmente atractivos.
Sus rincones inmaculadamente luminosos, el sonido de las ruedas de cientos de valijas llenas de sueños y pesares, la voz clara que anuncia arribos y partidas sobre nuestras cabezas, las turbinas en las pistas y el murmullo de gente que llega y se va crean una atmósfera única. Sus terminales simbolizan el primer paso -o el último- en un camino lleno de experiencias nuevas; cada pasajero trae y se lleva un sinfín de historias y expectativas que los demás desconocen. Business or pleasure? No interesa; todos se vuelven iguales dentro de estas enormes cajas de concreto y cristal que nos lanzan a vivencias increíbles.
Desde este modesto aeropuerto virtual invito a los pasajeros a embarcarse con xNashh Airways en un vuelo sin escalas a los rincones de mi mente, tan compleja y única como cualquier otra.
Les deseo un vuelo agradable.

Nashh Kinney.

Tuesday, November 22, 2011

Bon Voyage

Te veías tan tiernito apenas empezando a caminar ahí entre tus hermanitos. Estábamos de vacaciones, y yo nunca me había planteado tener una mascota. Pero como que te ví y me encapriché. Mientras estuvimos ahí te fui a ver todos los días, hablé con la mitad del personal del hotel, pasé una noche entera en la habitación con mis viejos tratando de convencerlos de llevarte con nosotros, y lo logré. Todavía me acuerdo del viaje de vuelta a Buenos Aires, fuiste dormidito al lado de mi pierna buscando refugio abajo del apoyabrazos. Así te uniste a la familia. Me acuerdo que le contaba a todo el mundo en la escuela que me había traido un cachorrito de las vacaciones. Eras como mi hijo. Y bueno, medio que lo fuiste siempre. Viste todo lo que pasamos en estos diez años a través de tu percepción inocente, seguro no entendías nada. Pero parecía que sí, siempre que me sentía solo subía a la terraza y jugábamos como dos pelotudos, me dabas besitos.. Y así fue siempre. Años y años pasaste conmigo, y yo con vos. Todas las mudanzas, todas las situaciones, todo. Crecimos juntos.
Pensar que hasta hace dos semanas corrías siempre que me veías llegar del centro, me llevabas puesto y me baboseabas todo. Después te atacaron, te lastimaron feo, y como que envejeciste de golpe. Escribo esto y todavía tengo tu olorcito en la mano, medio húmeda de las lágrimas. Me alegra haber estado hasta el último segundo, acariciándote y viendo cómo dejabas de respirar hasta que quedaste como cieguito. Fuiste mucho para mí, aunque tal vez nunca te enteraste. Fue muy injusto lo que te hicieron, y te la bancaste hasta donde pudiste. Pero sé que ahora estás mejor donde chota estés.
Gracias amigo, y buen viaje. TE AMO.

11/2/2001   -   22/11/2011

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